Para un fanático de The Doors y Morrison, en el filme no hay revelaciones nuevas ni ángulos desconocidos del cantante. En lo que DiCillo hace hincapié es en grabaciones inéditas donde se muestra el origen de la banda, los tiempos de estudiante de cine de Morrison en la Universidad de California y desconocidas filmaciones de algunos de sus más importantes conciertos.
Sin elaborar tesis ni apelar al morbo, el director se vale de estas grabaciones y de la voz en off de Johhny Depp (que reemplazó al propio DiCillo como narrador) para armar un retrato simple y efectivo de un tipo demasiado preso de su propia figura. Ensayos, lecturas de poesía, y su contacto con niños lo muestran como un tipo común que paulatinamente va entrando en terrenos más oscuros.
Ray Manzarek, tecladista de la banda, dijo que el filme "será la verdadera historia de los Doors". Curiosamente, ni él ni el guitarrista Robby Krieger ni el baterista John Densmore entregan sus testimonios en el filme. Sólo las imágenes narradas por Depp arman esta historia simple y reveladora de un mito que se niega a morir.
La cinta tuvo un exitoso estreno en el pasado Festival In-Edit y ha sido exhibido en certámenes como Sundance, Berlín, Londres y San Sebastián.
