"Mi último concierto fue hace un par de años, pero aquí estoy, ahora canto más bajo, es más bien un tarareo, pero la canción existe", dijo el artista, para lanzar a continuación un saludo a "todos aquellos que luchan por la libertad, en Egipto, en Yemen, en Argelia y en los otros países que les seguirán".
"El futuro está abierto. Los tiempos están cambiando. Estoy entre los que llevan años respaldando a los comprometidos con la libertad y los derechos humanos. Vamos a ver cuántos se suman ahora a esa tarea común", añadió.
Apoyado en un elegante bastón, pero haciendo gala de su vitalidad y su reconocido buen porte, Belafonte, que se define a sí mismo como un activista, compareció como tal ante el festival al frente de una película que repasa su vida, incluida en la sección Berlinale Special.
Su modelo de activismo es el de Martin Luther King, del que quisiera ser, dice, un "modesto continuador".
