Después de realizar 25 tomas en Abbey Road, los Beatles arribaron a los estudios Trident de Londres - uno de los poquísimos que contaba con una consola de ocho canales- un 31 de julio de 1968 para grabar la versión final de “Hey Jude”. Paul McCartney le escribió el tema a Julian, hijo de John Lennon, durante el divorcio de sus padres. Al día de hoy, sigue siendo una de las canciones más famosas y representativas de los 4 de Liverpool.