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Lo que se vio fue lamentable, un anciano de 86 años hacer ruidos con su guitarra expuesto a un punto macabro.
Como no alcanzaba al parecer, con exponer de semejante manera a quien fuera ese personaje que lo inició todo para la música moderna, en una guitarra se encontraba un hijo suyo, que estaba allí mas que nada para ahorrarse los dólares que requiere un leader de banda como Dios manda y en un momento sube al escenario una mujer con una cartera colgada que resultó ser Ingrid, la hija de Chuck, que cantó intentando armonizar lo que ya no tenía remedio, el incendio era inapagable y la seguidilla de clásicos como "roll over beethoven", "School Days", Sweeet Little Sixteen", Rock Me Baby", Reelin' and Rockin'" o "Johnny B. Goode" fueron los leños que avivaban el fuego.
Una penosa presentación de esta figura mundial, sabiendo que para los amantes del rock and roll el solo ver a Chuck Berry tal vez haya sido la emoción mas grande de su vida, pero no tenían por qué hacerlo de esta manera, ellos tal vez no esperaban que saltara y se moviera como antaño, pero seguro esperaban que pudiera terminar una canción completa sin errarle a la letra o al ritmo o directamente, le errara a la canción.
fuentes: www.rock.com.ar
www.rollingstone.com.ar
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