Un puñado de palabras en castellano básico, estratégicos guiños populares y una deslumbrante puesta en escena fueron más que suficiente para que U2 hipnotizara a los miles de peregrinos que sobre la medianoche del miércoles lo adoraron en Argentina.
Durante el primero de los tres megashows que la banda irlandesa brindará en el renovado Estadio Único de La Plata, ubicada unos 50 kilómetros al sudeste de la capital argentina, Bono volvió a estrechar lazos con sus seguidores.
"Le enviamos amor, amor y respeto. Él oirá nuestras voces", dijo el popular cantante al recordar a Gustavo Cerati, el ex líder de Soda Stereo que lucha para recuperarse del accidente cerebrovascular que sufrió en mayo pasado.
"Es increíble, nunca vi nada igual. Es realmente emocionante. Se me pone la piel de gallina", expresó Rubén, que siguió el recital junto a su hija desde una de las plateas del Estadio.
Según cifras oficiales fueron 58.000 personas las que deliraron con el regreso del cuarteto que con su gira "360" se presentó por tercera vez en la Argentina, donde tocó por primera vez en 1998 con su "Pop Mart Tour" y en 2006 con el "Vertigo Tour".
Sobre el imponente escenario de acero de 180 toneladas con apariencia de nave espacial, Bono sorprendió con la presentación futbolera de sus compañeros: "A mi derecha, el hombre sin nombre, el que no tiene tiempos, es como Dios, que está en todos lados. Es nuestro 'Pupi' Zanetti, The Edge". Luego mencionó a "'La Pulga' (Messi) Larry Mullen Jr" y a "el 'Pipita' (Higuaín) Adam Clayton".
Por último, el mismo cantante se apodó "'Carlitos Apache' Bono (por Tevez)" y dio paso a 'I Still Haven't Found What I'm Looking For', para que los fanáticos estallaran. Al igual que lo hicieron cuando sonó 'Beautiful Day, 'I Will Follow', 'One', 'With or Without You', 'Elevation' y 'Sunday Bloody Sunday'.
Pese a que no se escuchó 'Pride (In the Name of Love)', no hubo grandes sorpresas en la lista de temas de los irlandeses, que ensayaron estrofas de 'Blackbird' (Los Beatles) y 'Three Little Birds' (Bob Marley & The Wailers).
Además del concierto del miércoles, la banda de rock se presentará el próximo sábado y domingo. Se calcula que en Argentina unas 120.000 personas verán el espectáculo, que luego se trasladará a Brasil, donde las primeras 80.000 entradas se agotaron en menos de once horas.
"¡Son... lo... más!", balbuceó Bono, y se preguntó: "¿Por qué nos sentimos tan en casa si este lugar está muy lejos de donde nosotros venimos?". La temperatura del Estadio fue en aumento y el líder lo correspondió: "¡Qué bueno volver!".
Gracias al impresionante despliegue tecnológico, el cuarteto se pudo desplazar por toda la enorme mole, esa famosa araña que por momentos parece que tuviera vida. Los artistas circulaban por las movedizas rampas que unían el centro del escenario con un anillo que circular que lo rodeaba, y los feligreses perdían la cabeza al tener tan cerca a sus ídolos en esta suerte de misa pop-tecnológica.
Y, sin dudas, fue Bono con sus gafas de siempre el que sobresalió. Como una especie de Dios que cantó y bailó entre la gente, subido a una pasarela. La sensación de proximidad fue constante en cada rincón del estadio y el público quedó poseído. Tanto, que ni siguiera pidió un bis al final del concierto.
