Luego de que la cantante Britney Spears tuviese graves problemas con la droga y el alcohol a partir del año 2006, sus cercanos optaron por protegerla y cortar por lo sano. Nadie que trabaje con ella puede ofrecerle sustancias prohibidas.
El sitio TMZ.com, reporta que los bailarines que trabajan con la princesa del pop, deben firmar un acuerdo de no divulgación (NDA, por sus siglas en inglés), para trabajar con ella.
Los acompañantes de Spears en su último video "Hold it against me", debieron firmar este NDA, el cual específicamente decía: "El contratado entiende que es esencial que (Britney) no sea expuesta a ningún tipo de alcohol, drogas o sustancias prohibidas".
El acuerdo incluso especifica que los bailarines pueden ser sometidos a controles de drogas de manera arbitraria y de fallar el test o negarse a tomarlo, puede resultar en su despido.
