La vocalista Marie Fredriksson y el guitarrista y cantante Per Gessle salieron a escena acompañados de su banda apenas pasada las 21 y con el recinto repleto de seguidores del conjunto.
El público fue uno de los más variados que se vio en los últimos años en Buenos Aires, ya que se mezclaban parejas treintañeras, grupitos de hombres y mujeres que vivieron el furor por la banda en la adolescencia, matrimonios con chicos y hasta gente de más de 50 años.
El arranque fue con el clásico "¡Yeah, yeah, yeah!" de "Dressed for Success", mientras el público ovacionaba a la banda en su regreso al país en el marco de la primera gira que realizan en más de 15 años.
Siguieron "Sleeping in My Car" y "The Big Love", canciones que fueron un descomunal karaoke en el que el público cantó junto al grupo sin parar. "¡Cuánto tiempo! Vamos a tocar cosas nuevas y cosas viejas. Veremos que pasa", dijo en inglés Gessle al inicio de la velada.
Después llegaron "I Wish I Could Fly", "Only When I Dream", "She's Got Nothing On (But the Radio)", que fueron festejadas por la concurrencia al grito de "olé, olé, olé, Roxette, Roxette".
Con Marie de pantalón de cuero y musculosa negra y su compañero de chaqueta oscura y pantalón al tono, el conjunto encaró un breve set acústico que incluyó "Perfect Day" y "Things Will Never Be the Same" y que sirvió de preludio a la emotiva y celebrada "It Must Have Been Love".
En algunos temas se notó que la vocalista ya no llega a los agudos de antaño aunque, con el correr de la noche, la artista -que debió alejarse de la actividad hace diez años a causa de un tumor cerebral- fue cobrando fuerza y demostró nuevos matices.
Más tarde, y casi sin descanso, llegaron "Opportunity Nox", "7Twenty7", "Fading Like a Flower" y "Stars". Y para el cierre a toda fiesta quedaron las poderosas "How Do You Do", "Dangerous" y "Joyride", con suelta de globos a cargo de los fans incluida.
Claro que faltaban un par de temas clave de la carrera de los suecos que llegarían con los bises. Así, primero se escuchó "Watercolours in the Rain", después llegó "Spending My Time" -durante la cuál la banda dejó de tocar para cantar a capella con el público- y la esperadísima "The Look", que en su parte final intercaló un fragmento de "Hey Jude", de The Beatles.
Pero aunque el conjunto se retiró, hubo una segunda tanda de bises con "Way Out" y la festejadísima "Listen to Your Heart", una de sus baladas más famosas. "Fue una noche memorable. Espero verlos muy pronto. Cuídense. Buenas noches", dijo Gessle.
Pero la banda, visiblemente sorprendida e impactada con el fervor de la gente, permaneció en escena y regaló una interpretación casi minimalista de "Church of Your Heart", con la que finalizó un show vertiginoso y lleno de emociones de una hora y cuarenta minutos. Roxette volverá a presentarse hoy a las 21 en el estadio de Corrientes y Bouchard.
